Sigo el rumbo incierto del humo que sale danzando,
por momentos suave, otras veces alocado por la brisa de este otoño neutro y apesadumbrado.
Una voz impersonal e indescifrable confirma mi sospecha,
no me sorprende, pero logra romper mi rutina
y una nueva desilusión le dá la segunda mano de pintura gris a mis expectativas.
Oscuros sentimientos recorren los pasillos de la promesa que impaciente espera y desespera,
certeza oculta, intrínseca, constante.
La esperanza ya quedó atrás,
porque sé que hoy no vendrás.
(2005)